Todos los propietarios de vehículos sean de la naturaleza que sean debe asegurarse de cumplir la normativa referente a la ITV (Inspección Técnica de Vehículos). El objetivo de esta normativa es contemplar el estado general del vehículo y con ello tratar de reducir el porcentaje de accidentes de coches debidos a fallos técnicos y de cuidar del medio ambiento controlando las emisiones de los vehículos.
La periodicidad por la que hay que pasar esta inspección depende de la naturaleza del vehículo que tengamos. En el caso de los propietarios de turismos particulares, por ejemplo:
- 1ª matriculación con menos de 4 años exento,
- de 4 a 10 años cada dos años,
- más de 10 revisión anual.
Hay centros de inspección técnica que suelen avisar a sus clientes de la aproximación de la fecha de su revisión, pero esta no es una obligación por parte del centro por lo que el propietario de vehículo debe estar al tanto de cuando debe acudir a pasar la ITV.
La documentación que tendremos que presentar cuando vayamos a pasar la inspección técnica es la ficha técnica del vehículo, el permiso de circulación, y el justificante del pago del seguro obligatorio.
Aspectos que se tienen en cuenta en la revisión:
- Alumbrado.
- Contaminación.
- Revisión de elementos externos: matricula, retrovisores, carrocería, etc.
- Frenos de servicio y alineación de ruedas.
- Revisión de ejes, vestidor, dirección, suspensión.
Si la inspección es satisfactoria nos entregarán el informe y la pegatina que siempre debemos llevar visible en el cristal delantero de nuestro vehículo.
Si la revisión resulta desfavorable pueden darse dos situaciones:
Defectos leves, se nos informará de las reparaciones necesarias y el plazo para solventarlo y volver a pasar la inspección técnica.
Si se han detectado defectos graves por los que el coche no debe circular, en este caso tendremos que solicitar el servicio de una grúa para que nos traslade el vehículo al taller donde lo queramos reparar.
¿Qué sucede si no tenemos la ITV al día?
Si circulamos con la ITV caducada podemos exponernos a una sanción económica importante, cuantía que será más elevada en el caso de no haber pasado la inspección por detectarse defectos muy graves y aún así circuláramos con el vehículo.
La seguridad en la carretera y al volante es responsabilidad de todos por lo que no debemos eludir estas obligaciones.